06 / 10 / 2025
Valeria Navarro – CIPER
“El desafío que tiene Naciones Unidas para el siglo XXI se centra en cómo reformular su funcionamiento para enfrentar mejor los nuevos escenarios que vivimos en este siglo. Para ello, en la cumbre que presentó el “Pacto por el Futuro”, se plantearon objetivos que incluían la reformulación del Consejo de Seguridad, revitalizar la Asamblea General, fortalecer el Consejo Económico y Social y la Comisión de esfuerzos de paz, además de reestructurar el sistema financiero mundial para responder a las necesidades de los países en desarrollo, promover un desarrollo sustentable y enfrentar los requerimientos urgentes en cuanto al cambio climático.
La importancia y el rol de Naciones Unidas desde su inicio ha estado relacionado con aquello menos explícito en el sistema internacional, la búsqueda de objetivos colectivos, de la construcción de un futuro para todos los seres humanos que vivimos en el planeta. En este sentido, su pertinencia y necesidad sigue igual de vigente que en 1945, cuando frente a la incertidumbre de la guerra nuclear, la posibilidad de buscar colaboración entre todos los Estados fue la mejor forma de evitar este tipo de conflicto. Hoy, cuando se mantienen disputas étnicas, religiosas y nacionales, como entre Rusia y Ucrania y entre Israel y Hamás, debemos tener la misma consideración: la mejor forma de enfrentar los conflictos y los desafíos comunes para este siglo XXI, es a través de más cooperación, de mayor voluntad de trabajar en conjunto para obtener una gobernanza mundial más sólida para la generación actual y las futuras”.