09 / 04 / 2025
Hernán Campos – CIPER
“Así y todo, el contundente resultado adverso que recibió la parlamentaria no solo la expone como una autoridad que no fue lo suficientemente rigurosa al examinar los alcances e implicancias de la operación, sino que evidenció los frágiles filtros al interior del Estado sobre los acuerdos que celebra. Entonces, ya sea por negligencia u omisión, el fallo del Tribunal muestra que el derecho imperó por sobre las subjetividades propias de la política. Un aspecto que incluso se arguyó a partir de la vasta experiencia de la legisladora.
Este resabio inconfesado que aún domina las acciones de los partidos políticos y sus dirigentes los persigue como una sombra que corrompe uno de los principios constitutivos de la democracia: la igualdad ante la ley. ¿No es el Estado de Derecho un valor en sí mismo para la izquierda? La respuesta es sí. De hecho, tras el fin de la dictadura, este principio se ha convertido en una de sus banderas de lucha durante el periodo de la transición y consolidación democrática. Por lo tanto, sin perjuicio de la destacada carrera parlamentaria y su estrecho vínculo con Salvador Allende, el fallo emitido por el Tribunal Constitucional representa la voluntad más íntima para la izquierda. Reconocer su decisión, sin cuestionar la objetividad de quienes tienen la responsabilidad de resolver los asuntos de interés público, es lo que debiese domesticar la conducta de los partidos y sus representantes”.